En la cuarta ronda de la Liga Gallega, tercera división, celebrada el 4 de febrero de 2012, el Club Xadrez Tui «A» volvió a ganar de forma contundente, esta vez con un 3,5 – 0,5. Es de destacar que debutó el alumno Telmo Mouré con victoria en el cuarto tablero, acontecimiento que celebramos todos los veteranos del club, ya que podemos ver que la cantera de este club promete dar bastantes alegrías este año y los que vienen también.
El empate fue cedido por Cibrán Álvarez en el tercer tablero, que por otra parte, luchó hasta la extenuación por la victoria, rechazando la proposición de tablas del rival en varias ocasiones. Además de esto, el resultado de tablas es muy meritorio, ya que se trata de una competición por equipos, y siempre es mejor asegurar un resultado de tablas, que sube la moral del resto del equipo.
En el segundo tablero Emilio ganó su partida y yo, en el primer tablero, gané la mía… ¡no sin antes llevar un gran susto!
En mi partida sufrí una distracción que casi me hace perder la partida. El error me recordó una máxima que tiene el ajedrez, que es que hay errores que no tienen reparación (para explicarme mejor: en el tenis, un jugador siempre tiene la capacidad de ganar el partido por el mismo aunque esté a punto de perderlo (suponiendo, por ejemplo, que puede llegar a todas las pelotas que le lance el rival), pero en ajedrez, hay errores que te dejan a merced de lo que haga el rival y no hay más vuelta de hoja).
Como diría el GM Jonathan Rowson, sufrí el pecado capital ajedrecístico llamado «egoísmo«, ya que en un instante, me olvidé que el rival también jugaba… ¡y quería ganar! Según Jonathan, en su fantástico libro «Los Siete Pecados Capitales del Ajedrez«, los pecados no vienen sólos: se comete una mezcla de ellos. Y no vinieron solos. Aparecieron la relajación (¡cómo no!, estaba ganando en el momento del fallo…), egoísmo (cuando subestimas al contrario…)
En verdad, como bien dice Rowson, es imposible no caer en estos errores/pecados, pero el saber que existen, te ayuda a recuperar el control de muchas posiciones y volver a encauzar el rumbo de la partida.
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